
El Oratorio de Pascua, BWV 249, es una obra maestra que refleja la destreza musical y la profunda devoción religiosa de Johann Sebastian Bach. Compuesto en 1725, cuando Bach tenía unos cuarenta años, este oratorio celebra la resurrección con majestuosidad, en contraste con las pasiones de Bach, que se centran en la pasión y muerte de Jesucristo.
Bach escribió esta obra durante su tiempo en Leipzig, donde ejercía como director de música en la iglesia de Santo Tomás. El oratorio consta de varios movimientos que alternan entre coros, arias y recitativos, siguiendo el formato tradicional del oratorio barroco. A través de su música, Bach narra los eventos de la Pascua con profundidad teológica y emotividad, utilizando tanto textos bíblicos como poesía sacra. Además, su estilo fusiona elementos de la música sacra alemana con influencias italianas, lo que le confiere una singularidad dentro del repertorio bachiano.
En este oratorio, las partes corales desempeñan un papel crucial. Están entrelazadas con los movimientos de arias y recitativos, creando una estructura cohesiva:
- Coros Iniciales y Finales: Los coros de apertura y cierre establecen el tono y la temática del oratorio. En el primer coro, “Kommt, eilet und laufet” (Venid, apresuraos y corred), Bach utiliza una textura coral exuberante para expresar la urgencia de la noticia de la resurrección. El último coro, “Preis und Dank” (Alabanza y gratitud), es una gloriosa afirmación de la victoria sobre la muerte.
- Corales Intermedios: Entre los movimientos individuales, Bach inserta corales que reflejan la teología y la devoción. Estos himnos congregacionales permiten a los oyentes reflexionar sobre el significado de la Pascua. Por ejemplo, “Christ lag in Todesbanden” (Cristo yacía en las ataduras de la muerte) es un coral basado en un antiguo himno, y su armonización es sublime.
- Coral “Bleib bei uns” (Quédate con nosotros): En el tercer movimiento, Bach presenta un coral en forma de diálogo entre el coro y el solista. El texto implora a Cristo que permanezca con nosotros, y la música refleja esta súplica con una belleza conmovedora.
- Coro “Halleluja”: El punto culminante del oratorio es el coro “Halleluja”, que celebra la resurrección con una grandiosidad única. La polifonía y la energía de este coro son impresionantes.